Lecturas recomendadas por Juan

Friday, August 10, 2007

Carpio, Jorge e Irene Nocavosky (Comp.). De igual a igual. El desafío del Estado ante los nuevos problemas sociales. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 1999.

"A comienzos de la década de 1970, cuando este proceso finalizaba, el marco que se impuso, progresivamente, fue el de una sociedad salarial. Una sociedad salarial es una sociedad en la que la mayoría de la gente es asalariada: en 1975, por otra parte, la cantidad de asalariados en Francia era prácticamente la misma que en la actualidad, es decir: alrededor del 85% de la población activa. Pero, sobre todo, la sociedad salarial se define por otros rasgos que podemos observar hoy a partir de su degradación: una sociedad salarial es, también, una sociedad en la que la mayoría de la gente extrae su renta, su estatus, su protección, su identidad, su existencia social, su reconocimiento social, del lugar que ocupan en el salario. Este lugar es el que les permite acceder a otros sectores de actividad (al esparcimiento, a las vacaciones pagas, a la cultura, a la educación). Una condición de trabajo estable da una especie de umbral a partir del cual se puede llegar a otros campos. La sociedad salarial había logrado articular, de este modo, trabajo y protección, trabajo y seguridad relativa. Ésta fue una innovación extraordinaria en relación con la situación anterior, ya que antes, en efecto, estar protegido era tener bienes, un patrimonio, hijos; sin todo eso se estaba en la inseguridad social. Por ejemplo, morir en el asilo era tener un temor secular para el pueblo.
…La remuneración no se reduce a un mero intercambio de mercado sino que se inscribe en la seguridad, a través de la doble instancia de obligaciones que representa el derecho al trabajo y a la protección social. Se trata de un salario para la seguridad, con efectos que van mucho más allá de la situación laboral (jubilación, seguridad social, etcétera)." (Robert Castel. Vulnerabilidad Social, exclusión: la degradación de la condición salarial)


"Pero también hay inclusiones en cada una de estas sociedades. Hay gente que está empleada en las firmas capitalistas. Entonces, el sistema capitalista también integra o, mejor dicho, el sistema capitalista funciona con una mezcla de integración y exclusión. Y hasta ahora se había pensado en la economía capitalista como un sistema que sólo integra. Por eso es que todos los trabajos teóricos, aun los de los críticos del capitalismo, siempre han hablado de que el capitalismo es un sistema de explotación, y que la ganancia no es sino el reflejo de que los trabajadores son explotados. Y los trabajos más recientes de los neomarxistas muestran que los individuos pueden ser explotados no sólo a través del mercado de trabajo, sino también a través del mercado de crédito. Pero fue la profesora Joan Robinson quien dijo que para un trabajador que vive en un sistema capitalista lo único que es peor a ser explotado es no ser explotado. Éste es el núcleo, lo esencial de las teorías que les he presentado. El sistema capitalista funciona con exclusiones en el proceso económico. La lógica de los actores sociales conduce a estas exclusiones. Es un resultado tal vez no deseado socialmente, pero así es como funciona el sistema." (Adolfo Figueroa. Exclusión social y desigualdad).

0 Comments:

Post a Comment

<< Home