Lecturas recomendadas por Juan

Monday, November 06, 2006

Santiso, Javier. La economía política de lo posible en América Latina. New York: BID, 2006.

“La emergencia del posibilismo en América Latina no es sino un fenómeno que forma parte de un vuelco más amplio, tributario de la caída del muro de Berlín y de un fin de siglo que descree de las promesas, un fin de siglo que marca, en definitiva, el reflujo del mesianismo y de los grandes proyectos teleológicos. Lo más destacado de la observación que podemos hacer respecto de este “Extremo Occidente” es que se las ingenia para experimentar toda la gama de cruzamientos posibles entre zorros y erizos. El camaleón neopopulista no es, en definitiva, más que el sorprendente e incongruente retoño del posibilismo latinoamericano de finales del siglo pasado y comienzos del actual. Claro que se podrá objetar que un cruzamiento así es imposible, que ninguna memoria humana recuerda haber visto jamás a un erizo aparearse con un zorro, y menos aún dar a luz un camaleón. Sin embargo, la vida, la de todos los días, tanto la de la pequeña historia como la de la grande, siempre supera a nuestra imaginación.”

Cohen, Gerald. Si eres igualitarista, ¿cómo es que eres tan rico? 1ª edición, Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, 2001.

“De acuerdo con mi cambio de actitud hacia la venerable doctrina según la cual exige una considerable falta de egoísmo, siento ahora menos desdén con respecto a otra vieja panacea, que no es (excepto, a veces, indirectamente) una apología de la desigualdad, sino una receta para eliminarla. Esta panacea dice que para que se supere la desigualdad, es necesario que haya una revolución en el sentimiento o en la motivación, en oposición a una (mera) revolución en la estructura económica. No creo ahora que eso sea verdadero sin más, pero creo que hay más verdad en ello de lo que antes estuve dispuesto a reconocer. Y la razón que constituye a veces, según dije, una apología indirecta de la desigualdad es que, a no ser que hubiese un segundo advenimiento de Jesucristo o (si Cristo no era el Mesías) u primer advenimiento del Mesías, no habrá nunca, podrían pensar muchos, el cambio necesario en la motivación.

Mi creciente simpatía en la actualidad por la afirmación de esa panacea que he puesto en cursiva – que se podría denominar panacea social cristiana- se apoya en la reflexión del trabajo que he realizado en los últimos años sobre la justificación rawlsiana de la desigualdad económica. Rawls dice que al desigualdad está justificada cuando tiene el efecto de que aquellos que peor están estén mejor de lo que estarían si desapareciera la desigualdad. La desigualdad no sólo está justificada, sino que es justa, para Rawls, cuando (y porque) es necesaria para este fin, en virtud de la influencia benigna que sobre la motivación productiva tienen los incentivos materiales asociados a la desigualdad económica”.